¿Importante?

Antes de escribir vuestro aporte, realizar su comentario, o enriquecernos con vuestra crítica, agradeceríamos que leyera primero el Manifiesto 2063. El mismo no es un manifiesto definitivo, ya que no posee autoría de ningún individuo y está abierto a posteriores elaboraciones y reelaboraciones de sujetos que gusten participar. El Manifiesto intenta representar esa semilla de insatisfacción con la cual nos hemos nacido y criado, que difícilmente encuentra refugio en manifestaciones artísticas o espirituales. Es aquello que suele carecer de un espacio particular para crecer y desarrollarse, para ser compartido como un aspecto de nuestra realidad como individuos sociales. Porque en alguna medida, buscamos reconstruir el concepto de sociedad marcado por un discurso dominante que no nos incluye. Esa semilla, esa espora de emociones disruptivas, nos lleva a movernos hacia la unidad, a la consolidación como un ente único y anónimo, sin otro fin que el siguiente: Ser como la planta que crece desde la pútrida rejilla del desagüe. Porque el mundo nos empuja a una horrorosa supervivencia, a un paisaje cyberpunk. Dejemos que nuestro movimiento fluya sin prisa, derramando esa insatisfacción en este pequeño refugio que le hemos construído.
El Manifiesto 2063 puede ser encontrado aquí.
Bienvenidas, alimañas.

¡Necesitamos de usted para fluír!
¡Queremos su cerebro, cual zombie hambriento!
¡No sea mezquino y comparta su alma con nosotros!

"Somos todos células de un mismo cuerpo, desconocido para nosotros. Pero algún día, quizás, despierte nuestra conciencia grupal y actuemos en conjunto. Si ese día ha de llegar, será en el año 2063"

El fruto del árbol del Bien y del Mal

sábado, 4 de octubre de 2008

A veces el hedonismo nos conduce por caminos antes intransitados.
Es ahi cuando la pulsión de dominio-sadismo-, es sublimada en pos de la estética.
Es entonces que lo sublime se hace presente, y la conjunción sexo-ternura posibilita un enamoramiento en el sentido más transferencial de la palabra.
Esta pulsión de dominio ahora sublimada se llama moral.
Un sentimiento moral, es en principio, una barrera de exigencia con uno mismo y con los demás.
Es algo creativo y en absoluto patológico.
Se convierte en patológico cuando se intenta justificar.
La moral justificada se transforma entonces en fundamentalismo e intolerancia.
Porque la moral en principio, es una pulsión como el hambre.
Un sadismo sublimado.
Y es absolutamente disfrutable.
Así como el asco, que se apuntala en la exquisitez de los sentidos, es algo inconciente.
Es un flash, no hay verdad ni en el asco ni en la moral.
Son cosas que suceden y hay menos conflicto interno cuanto menos se intenta reprimir.
Comer mierda para superar el asco puede ser visto como una hazaña.
Lo mismo puede decirse de la moral.
No en transgredir los límites, sino en mantenerlos flexibles y receptivos es que está la poesía.
Sólo se trata de reconocer que la moral es parte de nuestro ser, y que no viene de afuera.
Porque la moral se elige, la moral es la elección adolescente junto a la sexualidad.
La construcción de una identidad. Donde termina uno.
En este acto de autoaceptación uno puede elegir.
No elegir la moral sí es aceptar una moral alienante.
Moralidad anarquista: Ser fiel a uno mismo, a las convicciones y sueños que uno tiene.
Ser idealista.
Todo esto es para justificarme en este grito:

"Sean realistas, pidan lo imposible"

Liberen a Pepe Grillo!!!

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