Hay muchos jóvenes adultos que no saben qué "hacer con su vida". No entienden el concepto, no entienden que respuesta dar a esa consigna. No trabajan, no estudian. Los que lo hacen, lo hacen a desgano, como si fuera una coartada para sobrevivir unos días más.
El Tijeras y yo somos dos individuos dentro de esta categoría.
Éste es el fenómeno que despertó a 2063.
¿Qué va a quedar cuando se acabe todo, cuando caiga el último pedazo?
La integridad de "nuestra identidad" se desmorona implacablemente, dejándonos desnudos frente a la ansiedad. Miedo y angustia, también culpa.
¿Quién nos obliga a elegir?
Nosotros mismos, y…¿Detrás de nosotros mismos?
Y de cualquier manera…¿Por qué obedecemos?
Y frente al fracaso…¿Porqué nos angustiamos?
Tijeras afirma: Importancia personal. Y estamos de acuerdo.
No usamos nombres, para no contaminarnos de importancia personal de posibles devoluciones. Queremos autores, no lectores. Queremos creadores, no fanáticos. Queremos actores, no fisgones.
No queremos vuestros nombres.
No estamos aquí para aplaudirlos o ser aplaudidos.
No merecemos sus halagos, pues no vengan aquí a buscarlos.
¿Estamos orgullosos de lo que somos?
Pregúntense esto. Si la respuesta es sí, cuidado: Tu podredumbre no deja de apestar por mudar de piel.
Muchos de nosotros estamos acá porque no podemos evitar estar acá.
Porque no podemos estudiar cuando deberíamos.
Porque somos despedidos de nuestros trabajos.
Sin orgullo y sin pesar.
Estamos acá, cómodos y resignados en el desagüe.
De vez en cuando la paz es perturbada cuando echamos raíces.
Pero no es nuestra culpa; nosotros no fabricamos tuberías.
A veces sufrimos por el sufrir ajeno: Nuestros padres, colegas, novias, amigos, parejas circunstanciales, hermanos, compañeros, y otras relaciones significativas, sufren por nosotros lo que nosotros aprendimos a aceptar, la fé que abrazamos.
Sin embargo, nuestra lucha en mantenernos firmes y calmos, como el zazén, en el Camino que elegimos. El Camino con corazón, el Tao.
Es difícil permanecer en la postura firme de la inacción, de la no cooperación, de la desobediencia civil, del silencio del discurso, de lo invisible en la estructura.
Pero forzar el destino ya revelado es ser soldado de una causa ajena.
No busques ni huyas
En un pequeño libro semihumorístico, con formato de comic. Figuraba esta frase al final. Tijeras y yo éramos adolescentes en ese entonces. El libro en sí era unmanual de Aikido. Y la última página era Frases Zen. Años después me enteré de que no era una sola gran poesía, sino una recopilación de frases famosas de esa doctrina(o falta de).
Entre otras frases, hoy recordamos:
- La perfección del que desea vencer es no luchar
- La perfección del que lucha es no encolerizarse
- La perfección del que se sirve de los hombres es ponerse al servicio de ellos
- No hay nada que ganar ni perder, nada de que darse cuenta
- La duda es un demonio
- No mires para atrás buscando a los grandes maestros, esas son muletas para idiotas
- No busques ni huyas
Castaneda escribía en una realidad aparte, en una supuesta conversación con Don Juan:
- Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino; si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición. Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino es nada más un camino, y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o de dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición. Te prevengo. Mira cada camino de cerca y con atención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo, y a ti solo, una pregunta. Es una pregunta que solo se hace un hombre muy viejo. Mi benefactor me habló de ella una vez cuando yo era joven, y mi sangre era demasiado vigorosa para que yo la entendiera. Ahora sí la entiendo. Te diré cuál es: ¿tiene corazón este camino? Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el matorral. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor. ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. (…) Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita. (...)
(...) “Yo digo que es inútil desperdiciar la vida en un solo camino, sobre todo si ese camino no tiene corazón.”
- Pero, ¿cómo sabe usted cuándo no tiene corazón un camino, don Juan?
- Antes de embarcarte en cualquier camino tienes que hacer la pregunta: ¿tiene corazón este camino? Si la respuesta es no, tú mismo lo sabrás, y deberás entonces escoger otro camino.
- Pero ¿cómo sé de seguro si un camino tiene corazón o no?
- Cualquiera puede saber eso. El problema es que nadie hace la pregunta, y cuando uno por fin se da cuenta de que ha tomado un camino sin corazón, el camino está ya a punto de matarlo. En esas circunstancias muy pocos hombres pueden pararse a considerar, y más pocos aún pueden dejar el camino.
- ¿Cómo debo proceder para hacer la pregunta apropiada, don Juan?
- Pregunta nada más.
- Lo que quiero decir es si hay un método indicado para que yo no me mienta a mí mismo y crea que la respuesta es sí cuando en realidad es no.
- ¿Por qué habrías de mentir?
- Tal vez porque en el momento el camino es agradable y me gusta.
- Esas son tonterías. Un camino sin corazón nunca es disfrutable.
Hay que trabajar duro tan sólo para tomarlo. En cambio, un camino con corazón es fácil: no te hace trabajar por tomarle gusto.
Carlos Castaneda - Editorial Fondo de Cultura Económica
Obra citada: páginas 133-134, 192-193.
Zaratustra nos prevenía de confiar en aquellos que no escribían con sangre. Es que escribir es sencillo, debemos actuar de acuerdo a lo que sentimos. No es sencillo. Tijeras se fue a dormir. Quizá deba hacer lo mismo. Geinoh Yamashirogumi no es una persona. Es un proyecto como 2063. Sómos un organismo unicelular que se agrupa, como el moho, los hongos. Hoy compartimos este fragmento íntimo de nuestros ideales.
Ustedes son 2063. Nunca dejen de buscar su propio camino
1 comentarios:
Este articulo me ha levantado un poco el animo
Publicar un comentario